El Espejo Roto: Por Qué en Medellín es Más Fácil Culpar que Asumir
En el corazón de cada conversación, en la trastienda de cada negocio, en el murmullo de cada pasillo del poder, yace la misma pregunta incómoda: ¿Por qué nos cuesta tanto asumir la responsabilidad de nuestros actos? Medellín, una ciudad de narrativas extremas —del infierno a la "innovación"—, es el escenario perfecto para analizar este comportamiento humano. Vivimos rodeados de una cultura que parece premiar la evasión, la apariencia y una forma de astucia depredadora que llamamos "viveza".
Este no es un lamento ni una justificación. Es una disección. Un intento, desde la comunicación social y el pensamiento crítico, de entender por qué preferimos el refugio de la culpa ajena, el maquillaje de la mentira y la comodidad de actuar para encajar, en lugar de enfrentar la dura y liberadora carga de nuestra propia verdad. Para entenderlo, debemos mirar hacia adentro, a la psicología del individuo, y hacia afuera, a la historia que nos ha moldeado.
El Ego Acorralado: Las Trampas de la Mente
Antes de culpar a la cultura, debemos entender la maquinaria interna. Psicológicamente, evadir la responsabilidad es un mecanismo de supervivencia del ego. Conceptos como la disonancia cognitiva explican cómo nuestra mente trabaja para reducir la ansiedad que produce actuar en contra de lo que creemos ser. Si me considero "honesto" pero me salto una fila o evado un impuesto, es mentalmente más sencillo justificarlo ("todos lo hacen", "el sistema es injusto") que confrontar mi propia incoherencia.
A esto se suman los mecanismos de defensa descritos por el psicoanálisis: la proyección (atribuir a otros nuestros propios defectos e intenciones) y la negación (actuar como si la realidad incómoda no existiera). En una sociedad que estigmatiza el error pero tolera la trampa, el miedo al juicio y al fracaso nos empuja a construir fachadas, a vivir en la superficie, a "aparentar" éxito, felicidad y rectitud, aunque por dentro la estructura esté podrida. Encajar se convierte en un fin en sí mismo, porque la exclusión del grupo es uno de los miedos más primarios del ser humano.
La Herencia de la Pistola y el Billete: "Cultura Traqueta" y la Filosofía del "Vivo"
Ahora, anclemos esta psicología en el asfalto de Medellín. Nuestra ciudad no nació en un vacío. La explosión del narcotráfico en los 80 y 90 no solo dejó una estela de sangre, sino que implantó un virus cultural devastador: la mal llamada "cultura traqueta".
Esta no es solo una estética de cadenas de oro y camionetas de lujo. Es un sistema de valores que demolió el proyecto de sociedad que nuestros abuelos intentaron construir. Glorificó el dinero fácil como máximo símbolo de estatus, entronizó la violencia como método legítimo para resolver conflictos y nos enseñó que la ley es para los "bobos".
Este sistema necesitaba un evangelio, un mantra que lo justificara todo, y lo encontró en una frase que resuena en cada esquina: "El vivo vive del bobo". Esta no es una oda a la inteligencia; es la canonización del engaño, la traición y el oportunismo. Ser "vivo" en Medellín no es ser brillante o creativo; es ser el que se aprovecha de la confianza del otro, el que encuentra el atajo ilegal, el que ve en la norma una sugerencia y en la honestidad una debilidad. Ser "bobo" es, trágicamente, ser el que cumple las reglas, el que confía, el que cree en la palabra. Esta filosofía dinamitó el capital social más importante de cualquier comunidad: la confianza.
La "Viveza" a Través de las Generaciones: Del Revólver al Storytelling
Esta mentalidad tóxica no es estática; ha mutado con cada generación, adaptándose a sus herramientas y contextos.
- La Generación de la Balacera (Nacidos entre 1950-1975): Para muchos de ellos, la "viveza" fue una estrategia de supervivencia literal. La aplicaron de forma cruda y directa. La desconfianza es su cicatriz, y a menudo ven con cinismo cualquier discurso sobre la ética o la cooperación.
- Los Millennials (Nacidos entre 1980-1995): La generación bisagra. Creció con el estigma de la violencia, pero también con la presión neoliberal del "emprendimiento" y el éxito a toda costa. Nuestra "viveza" es más sofisticada. Se esconde detrás de esquemas piramidales disfrazados de networking, de "influencers" que venden vidas falsas, o del discurso del coaching que individualiza el fracaso ("si eres pobre es tu culpa") mientras ignora las barreras sistémicas.
- • La Generación Z (Nacidos después de 1996): Los nativos digitales son un campo de batalla de contradicciones. Por un lado, manejan un discurso de autenticidad, salud mental y justicia social más potente que ninguna generación anterior. Pero, por otro, son prisioneros de la economía de la apariencia de las redes sociales. La "viveza" aquí se transforma en la construcción meticulosa de una "marca personal" ficticia. El engaño no se llama engaño, se llama storytelling. Se busca la validación a través de likes y la viralidad sin importar la veracidad del contenido.
Conclusión: Romper el Espejo
Seguimos culpando, juzgando y mintiendo porque es el guion que nos aprendimos, el que nos enseñó una historia de violencia y una cultura de atajos. Es más fácil señalar al político corrupto sin ver la pequeña corrupción que cometemos a diario, juzgar la vida falsa del "influencer" mientras filtramos la nuestra, o lamentar la "cultura traqueta" sin cuestionar nuestra propia admiración por el dinero fácil.
Romper este ciclo es un acto de rebeldía. Implica mirarse al espejo roto y asumir la responsabilidad de pegar los pedazos. Exige la valentía de ser el "bobo" que confía, que cumple, que construye. Porque una ciudad, al final, no es más que la suma de las decisiones éticas de sus ciudadanos. Y la nuestra nos exige, con urgencia, empezar a tomar las correctas.
Hemos diagnosticado el problema. Pero, ¿cómo se ve la solución en la práctica?
Referencias y Fuentes:
- Festinger, L. (1957). A Theory of Cognitive Dissonance. Stanford University Press.
- Freud, A. (1936). The Ego and the Mechanisms of Defence.
- Gaviria, J. (2018). La Puta de Babilonia S.A.: Ensayos sobre la cultura traqueta. Intermedio Editores. (Referencia hipotética para enmarcar el análisis cultural).
- Putnam, R. D. (2000). Bowling Alone: The Collapse and Revival of American Community. (Para el concepto de capital social y confianza).
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