La Puerta Giratoria al Santuario Constitucional: Crónica de una Elección Cantada
Como ciudadano, mi deber es desgranar lo que hay detrás de los aplausos y los discursos de rigor. ¿Quiénes eran los candidatos que conformaban la terna enviada por la Corte Suprema de Justicia? ¿Qué representa la llegada de Camargo a uno de los tribunales más importantes del continente? Y, sobre todo, ¿qué nos dice este proceso sobre la salud de nuestra democracia y la independencia de la justicia?
Radiografía de la Terna: Perfiles en Contraste
La terna, propuesta por la Corte Suprema, estaba compuesta por tres abogados con trayectorias y perfiles marcadamente diferentes.
1. Carlos Camargo Assis (El Elegido)
- Historial Profesional: Abogado de la Universidad Sergio Arboleda, con múltiples posgrados. Su carrera ha sido una amalgama entre la academia (vicerrector en su alma máter) y el servicio público. Fue director de la Federación Nacional de Departamentos y, más recientemente, Defensor del Pueblo (2020-2024).
- Afinidades y Postulantes: Su nombre siempre ha estado ligado al Partido Conservador y a clanes políticos de la costa Caribe. Su paso por la Defensoría durante el gobierno de Iván Duque lo consolidó como una figura del establecimiento, con excelentes relaciones en el Congreso y las altas cortes.
- Historial Público y Polémicas: Su gestión en la Defensoría del Pueblo fue duramente criticada por organizaciones de derechos humanos, que la calificaron de tibia y poco confrontacional frente a las violaciones ocurridas durante el Paro Nacional de 2021. Además, su aspiración a la Corte no estuvo libre de controversia; investigaciones periodísticas de La Silla Vacía revelaron presuntos conflictos de interés, señalando que magistrados de la Corte Suprema que ayudaron a ternarlo tenían familiares contratados en la Defensoría durante su administración.
2. María Patricia Balanta Medina
- Historial Profesional: Abogada experta en derecho constitucional y administrativo. Su carrera se ha centrado en la academia y el litigio, con un enfoque en derechos de las comunidades afrodescendientes.
- Afinidades y Postulantes: Representaba una candidatura con un fuerte enfoque en derechos étnicos y justicia social. Su perfil era más técnico y académico que político, lo que en el ajedrez del Congreso a menudo se traduce en menos apoyos y maquinaria.
- Historial Público: De bajo perfil mediático, su trayectoria es reconocida en círculos jurídicos y académicos por su rigor y su compromiso con causas sociales.
3. Jaime Humberto Tobar Ordoñez
- Historial Profesional: Abogado de la Universidad del Rosario con más de 35 años de experiencia. Un jurista de la vieja guardia, especializado en arbitraje internacional, litigios y derecho de la competencia. Ha sido conjuez del Consejo de Estado y de la propia Corte Constitucional.
- Afinidades y Postulantes: Su perfil es el de un técnico del derecho privado, muy respetado en el mundo corporativo y de los grandes bufetes. Su afinidad es más con el establecimiento económico y jurídico tradicional que con facciones políticas específicas.
- Historial Público: Un abogado de prestigio en el litigio y el arbitraje, pero con poca o nula trayectoria en el activismo o la defensa de derechos fundamentales desde una perspectiva social.
Análisis de la Elección: Beneficios y Contras de Camargo como Magistrado
La elección de un magistrado constitucional nunca es aséptica. Cada nombre inclina la balanza de la Corte hacia una u otra dirección en debates cruciales para el país.
Posibles Beneficios (La Mirada Optimista):
- Experiencia en el Estado: Su conocimiento de la administración pública desde adentro podría aportarle una visión pragmática sobre la viabilidad y el impacto de las decisiones de la Corte.
- Capacidad de Diálogo: Sus buenas relaciones con las diferentes ramas del poder público podrían, en teoría, facilitar un diálogo institucional más fluido.
Contras y Preocupaciones (La Mirada Crítica):
- Falta de Independencia: Su cercanía con clanes políticos y su elección, rodeada de señalamientos de clientelismo y "yo te elijo, tú me nombras", siembra un manto de duda sobre su independencia, un pilar esencial para cualquier magistrado.
- Postura Conservadora en Derechos: Su trayectoria y sus afinidades políticas sugieren que podría tener una postura conservadora en temas cruciales como los derechos reproductivos, el matrimonio igualitario, la eutanasia y las políticas ambientales, temas en los que la Corte colombiana ha sido históricamente vanguardista.
- Precedente de "Puerta Giratoria": Su salto casi directo de la Defensoría del Pueblo (un ente de control) a la Corte Constitucional (un ente judicial) refuerza la percepción de que los altos cargos del Estado son una "puerta giratoria" para las élites políticas, debilitando la confianza ciudadana en la meritocracia y la independencia de la justicia.
Las Razones del Congreso: ¿Voto de Conciencia o Cálculo Político?
Seamos claros: la elección en el Senado rara vez se decide por el brillo de una hoja de vida académica. Es el resultado de un cálculo político frío.
- Rechazo a Perfiles Independientes: Candidaturas como la de Balanta, con un enfoque étnico y social, o la de Tobar, excesivamente técnica, no movilizan las maquinarias políticas. No representan "cuotas" de poder ni garantizan favores burocráticos. Son, en el lenguaje del Congreso, votos sin retorno.
- Elección de un "Conocido": Carlos Camargo era el candidato del establishment. Un hombre con quien la mayoría de los senadores ya había interactuado, negociado y construido relaciones. Su elección representa la victoria de la política transaccional sobre la deliberación jurídica. Es un voto por la certidumbre de un aliado conocido frente a la "incertidumbre" de un jurista independiente.
- Pago de Favores y Cuotas: La elección de magistrados es uno de los botines más preciados del poder político. Permite a los partidos y a las élites asegurarse de que en el máximo tribunal constitucional haya una voz afín a sus intereses, ya sea para frenar reformas que consideran "peligrosas" o para proteger su statu quo.
En conclusión, la llegada de Carlos Camargo a la Corte Constitucional no es una sorpresa. Es el reflejo de un sistema donde las relaciones políticas y los pactos burocráticos pesan más que una trayectoria intachable en la defensa de los derechos humanos. Para nosotros, como ciudadanía vigilante, el reto es claro: ejercer una veeduría implacable sobre sus decisiones y recordar, siempre, que la Constitución no es patrimonio de los magistrados, sino del pueblo.
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